jueves, 27 de enero de 2011

Vida informática

A veces sería fantástico que la vida fuera como un programa de ordenador.
Imagina  por ejemplo cómo cambiarían las tareas más rutinarias y aburridas: la  limpieza de la casa, afeitarte o depilarte, sacar la basura o lavarte los dientes, conducir hacia el  trabajo o el largo trayecto en el autobus hacia la universidad...Con un  simple "copypaste" sólo tendrías que realizarlas una vez; al día  siguiente se repetirían de forma automática.

La función "cortar" valdría para deshacete fácilmente de la  charla del jefe, el rollo de la vecina pesada que te cuenta su vida  aunque no quieras escuchar o suprimir esos minutos interminables en que  parece que la hora de salir de clase o la oficina no llega nunca...

Tampoco estaría mal poder "deshacer cambios". Cuando  metieras la pata, dijeras algo inconveniente o te precipitaras en alguna  decisión... teclearías "Ctrl+Z" y...¡como si no hubiera ocurrido!
¿Que tienes el día tonto, estás hecho polvo o un poco "espeso"?,  te reseteas o te reinicias y tu mente se despeja y sientes tu cuerpo  lleno de energía.
Y no digamos lo útil que podría ser la "papelera  de reciclaje" para deshechar todas las cosas desagradables de la  jornada, tus temores, los problemas, las enfermedades...
Salvando y archivando las cosas buenas en tus carpetas  personales, nunca las perderías ni olvidarías y siempre podrías volver a  disfrutarlas con un simple "explorar" o haciendo doble click en el archivo correspondiente...

Claro que también habría grandes inconvenientes....Los virus podrían ser muy peligrosos.
Un hacker experimentado lograría descubrir tus secretos mejor guardados o robar tus ideas. Podrían copiarte ilegalmente y redistribuirte...
Pero quizás lo peor peor de todo sería que el "programa" se  quedara colgado o se reiniciara justo cuando estás en lo mejor de una  buena experiencia o... ¡un momento romántico!...¡¡Y sin haber podido guardar cambios!!

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