Viaje a Praga-Parte 4

En mi  viaje a Praga, visité tres museos.
La Galería de pintura renacentista y barroca que se encuentra en el Castillo, el museo Mucha y el Museo del Juguete. La Galería contiene algunas obras muy interesantes de pintores flamencos e italianos, la mayoría poco conocidos, pero no tenían demasiados cuadros y aunque nos recreamos bastante, fue una visita bastante corta. Aún así, merece la pena si os interesa la pintura antigua. EN ESTE LINK podéis ver algunas muestras. (No estaba permitido hacer fotos).
Había un cuadro curiosísimo, formado por cuerdas en el que podían verse hasta tres retratos distintos dependiendo del ángulo desde el que lo contemplaras. Por desgracia no me quedé con el título ni el autor.
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El Museo Mucha era una de las cosas que más ganas teníamos de ver, y resultó algo...decepcionante. Esperábamos que en el país de uno de nuestros artistas favoritos hubiera más piezas expuestas.
En la exposición que hubo en Madrid hace tres años vimos prácticamente todo lo que ofrece este museo además de otras obras procedentes de otras colecciones. Fue una gozada volver a disfrutar de los originales del autor, pero comparándolo con aquella exposición nos supo a poco.
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Y en cuanto al MUSEO DEL JUGUETE lo encontramos de casualidad en el recinto del castillo.
Fue muy curioso y pasamos un buen rato allí, así que me gustaría compartir algunas fotos. Esta enseña indicaba el lugar donde se encuentra el museo: 

 

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 Una vez atraviesas la puerta, llegas a un patio donde se encuentra la escultura en bronce de un adolescente desnudo. La gente no paraba de hacerse fotos obscenas con él o de tocarle el pene, no me extraña que el bronce de esa parte tenga un brillo diferente. 


 

 Al parecer el máximo atractivo del museo es su colección de Barbies. He de decir que salvo las que llevan trajes regionales del mundo o las de época, nunca me han gustado estas muñecas. Tienen unas proporciones bastante feas y son todo un símbolo de la superficialidad. Sin embargo, ha inspirado a muchos diseñadores de moda, y no niego que muchos de sus trajes son una maravilla. 
 El museo está en el interior de una torre de varias plantas. Todos los juguetes están encerrados en vitrinas y los hay de varias épocas: de finales del XIX, del XX e incluso algunos más actuales. 
  

 Esta Blancanieves nos pareció mucho más bonita que las que produce Disney últimamente. 

 

 Todavía no nos explicamos qué narices hace Darth Vader ahí...¿Vigila a los muñecos o se va a poner a jugar con ellos? 

 

 Cuando uno piensa en juguetes antiguos, inmediatamente le vienen a la cabeza los coches y motoristas de lata,que eran todo un peligro para los pequeños; se cortaban con ellos muy fácilmente. 

 

 El dicho: "tienes más peligro que un elefante en una cacharrería" se nos vino a la cabeza viendo esta vitrina. 

 

 Me encantó el aula, con sus pupitres, el profesor y los alumnos.    

 

 Estas muñecas y los peluches que las acompañan podrían protagonizar una película de terror. 

 

 Quizás en el pasado resultaban graciosos, pero a mí estos autómatas me parecen espeluznantes... 

 

 Las casitas de muñecas antiguas son espectaculares. No les falta detalle. Sólo las niñas ricas se las podían permitir. Me hace gracia que las muñequitas tengan también sus propios juguetitos más pequeños todavía. ¿Tendrán estos a su vez sus propios juguetitos y así hasta el infinito? 

 

 Un mercadito de navidad con sus puestos llenos de figuritas y regalos como los que se venden en la realidad. 

 

 Y esto es un Nacimiento completo, pero al estilo checo. 

 

 Un circo al que no le falta de nada, un zoo, una granja... El zeppelin me encanta. Los dirigibles siempre me han parecido unos vehículos majestuosos y elegantes, aunque creo que nunca me subiría a uno, sobre todo después de lo que le pasó al Hindenburg.

 

 Tarjetas, sonajeros y cajitas de música de la época victoriana. 

Y ahora vamos con las Barbies. Su cara ha cambiado mucho con los años. Las más antiguas de la exposición son de los años 50. (Las de la parte superior de la foto).

 

 Estas tan espectaculares han sido vestidas por algunos diseñadores prestigiosos. 

 

 Sin duda las más bonitas eran las que llevaban trajes de noche. 

 

Las punkies me encantaron. Ese Ken es la monda.

 

 Había muchas más cosas: osos de peluche variados, coches, máquinas de vapor...Un museo muy bien surtido que da una buena idea de lo sofisticados que eran ya hace muchos años esos juguetes que sólo unos pocos niños privilegiados se podían permitir. 

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En el próximo "capítulo" mostraré lo más turístico de Praga: el Puente de Carlos y la Plaza del Ayuntamiento

 CONTINUARÁ...