viernes, 19 de noviembre de 2010

Un diario

Ya desde muy jovencita yo tenía un diario.
Casi nadie tenía ordenadores ni había internet. Era uno de esos de papel, un cuaderno de hojas blancas o cuadriculado en cuya cubierta pegaba fotos de cualquier cosa que me gustara.
Era mi diario secreto (aunque en realidad no tuviera verdaderos secretos que anotar) pero en el fondo, cuando lo escribía, pensaba que quizás, cuando pasaran los siglos, alguien lo encontraría y lo leería...
Sin embargo, cuando pillé a mi madre una vez husmeándolo no me hizo ninguna gracia, y dejé de escribir.
Ironías de la vida.

Con internet todo va más allá.
Estoy compartiendo mi diario con desconocidos.
Quizás tú lo estés mirando por encima, o por cualquier razón te apetece leer hasta la última letra...
Pero....siempre he tenido la impresión de que un blog personal es como dejar tu diario abierto en un banco del parque...
¿Cuántas personas habrá leyéndolo realmente ya sea esporádica o asiduamente? ¿Cuántos de los que ni siquiera conozco la existencia, se asoman a esta ventanita a mi vida?
La verdad es que habiendo tantas cosas interesantes por encontrar en la Red, dudo que esto suceda de verdad, que muchos desconocidos me lean... ¿Gente aburrida, psicópatas, mi futuro marido, pervertidos?
Asusta un poco, pero en el fondo resulta apasionante.

Cada entrada es como un mensaje dentro de una botella, arrojado al mar con la esperanza de que alguien lo rescate de las olas.

1 comentario:

  1. Lo bueno de los blog personales es que se asemejan a un diario en la idea de mantener todos los pensamientos en un solo lugar, algo asi como un cerebro donde se puede mirar y hurgar

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