Otra de mis películas favoritas es Valkyrie.
Como ya sabréis, trata de uno de los muchos atentados fallidos que sufrió Hitler hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.
Este es el más famoso porque el Führer se libró sólo por la "suerte del diablo".
Lo cometieron varios oficiales del alto mando, cansados de tanto sinsentido y que pretendían salvar una Alemania que iba en picado hacia su destrucción.
Lo que más llama la atención de la película es su absoluta fidelidad histórica. La época está recreada a la perfección hasta en el más pequeño detalle. Se han construido edificios que ya no existen utilizando planos de la época, los peinados, los uniformes, las oficinas...todo está perfectamente retratado.
Y el argumento sigue los hechos también con mucha exactitud.
Así que, se puede decir que es una película histórica seria, rigurosa y bien realizada.
Si os gusta la Historia pura y dura, sin novelismos, os encantará. Si no os interesa este tema ni la Segunda Guerra Mundial, quizás os sirva para echar una buena cabezadita.
Si de algo adolece Walkiria es quizás, de una cierta frialdad. Se narran los hechos en perfecto orden cronológico, sin ningun efecto dramático ni expresivo, sin recalcar nada, sin detalles superfluos, sin desviaciones y ni el director ni el guionista se involucran en la historia. No dan su interpretación personal de lo que sucedió. Pero aún así, los personajes quedan perfectamente representados, ya que sus hechos hablan por ellos: unos ambiciosos, otros cobardes, otros valientes, otros simples perros bien domesticados. Y luego está el ayudante del protagonista, conmovedoramente fiel; aunque no sabemos muy bien por qué le admira tanto desde el principio.
Hay varios actores veteranos en el reparto cuyas caras os sonarán. Tienen mucha presencia y actúan con la naturalidad que les dan sus tablas. Tom Cruise está correcto, pero... tremendamente soso. No es que lo haga mal, pero no conmueve, no transmite carisma, en mi opinión, el papel habría sido más adecuado para un actor con mayor magnetismo.
Algo que curiosamente consigue la no muy conocida actriz holandesa que interpreta a Nina, su mujer. Apenas aparece, pero basta una mirada suya de cariño hacia su esposo para que la pantalla se llene de sus sentimientos.
Es una película interesante y un testimonio de que no todos los alemanes aprobaban el nazismo, aunque la burocracia que lo protegía y el miedo a ser denunciados los paralizaba de cara a oponerse abiertamente.
La banda sonora, que no llama la atención, pero es muy eficaz con sus toques épicos y oscuros, finaliza con un precioso tema coral, sobre un poema de Goethe. A mí me pone la piel de gallina.
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