miércoles, 5 de junio de 2013

Mi segundo viaje a Berlín. Parte 1

Ya había estado en Berlín hace unos años. Como me dejó muy buena impresión, hace algun tiempo regresé de nuevo.
Quisiera compartir aquí mis recuerdos de aquél viaje.
 Si me preguntáis si Berlín es una ciudad bonita, os diré que bonita, lo que se dice bonita, no es. Es interesante en muchos aspectos, atractiva, muy especial. Pero para ciudades bonitas alemanas están Munich, Nuremberg, Friburgo... que parecen sacadas de un cuento de Grimm.
Berlín es mucho más urbana y si tuviera que definirla con un adjetivo diría que es...camaleónica. Porque tiene muchos aspectos y cambia constantemente, está en permamente proceso de transformación.
LA CIUDAD DE LAS MIL CARAS. 
La guerra la devastó más que a ninguna otra ciudad europea. 60 años después, todavía se ven edificios ennegrecidos, esculturas mutiladas por los bombardeos y huellas de metralla en algunos muros. Las obras de reconstrucción y construcción nueva no cesan. 
En mi primer viaje había algunas que ahora ya han finalizado, pero esta vez he encontrado andamios nuevos. Los edificios de la última vanguardia  (sobre todo institucionales o empresariales) se mezclan con las casas monótonas, simples y frías del ex-bloque soviético, con los edificios cutres y llenos de pintadas de los barrios más alternativos y con una arquitectura neoclásica pomposa y monumental, con aires de grandeza que da idea de un esplendor pasado que Berlín quizás no recupere nunca. Y por extraño que parezca, todo esto puede convivir en una cierta armonía. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario