Esa forma de perfilar las figuras con líneas gruesas, de convertir el cabello y la naturaleza que les rodea en ornamentos sigue influyendo en el comic, el manga, la decoración y el diseño gráfico. Por eso, lo primero que nos llamó la atención, fue lo moderno, lo actual que sigue resultando.
Una de las cosas que más agradezco de la exposición es que permite contemplar las obras (oleos, lápices, litografías) con sus colores reales. Porque os aseguro que ninguno de los libros que compré después ni las postales que vi, reproducen con fidelidad esos tonos tan bien escogidos, los plateados o dorados que utiliza a veces, esos degradados tan sutiles, los contrastes entre gamas frías y calidas, esa luminosidad y todos esos matices.
Ensueño. Ilustración para un calendario.(1897)
Cartel publicitario para las galletas Flirt (1899)
El Lirio, de la serie de paneles decorativos "Las Flores" (1898)
La Rosa, de la misma serie.
El Descanso de la Noche, de la serie "Momentos del día" (1899)
La Reflexión vespertina, de la misma serie
Y la segunda cosa que hizo que esta exposición mereciera muchísimo la pena, es que muestra otros aspectos de este completísimo artista que no son tan conocidos y en los que sobresalía igualmente.
Y es que Mucha no sólo era un cartelista y dibujante excepcional, con un dominio increíble de la anatomía y el detalle.
Era también un gran pintor y retratista, escenógrafo, decorador, diseñador de interiores, de libros, de joyas, de vestuario e incluso de sellos y billetes. Además, también se exponen sus fotografías, algunas de ellas, excelentes. Todas estas especialidades están más o menos relacionadas, pero no es fácil destacar tanto en todas ellas.
Nos impactó mucho comprobar que sus figuras de líneas simplificadas, en muchos casos tan sencillas en contraste con los adornos tan elaborados que las rodean, llevaban un trabajo previo de estudio a lápiz exhaustivo.
Collar diseñado por Mucha para su esposa (1906)
Retrato de su hija Jaroslava (1935). El original es mucho más impresionante, con una mirada tan viva, que parece que es ella la que te observa a ti y no al revés.
En esta foto de Mucha de 1894 vemos a su amigo Paul Gauguin, el artista, otro colega y la amante javanesa de Gauguin. En aquella época los llamaban "bohemios"; hoy en día, los llamaríamos "frikis".
Estudio de un cartel para la Expo de Paris de 1900. Sólo lápiz y guache; impresionante.
Billete diseñado por Mucha, para la recién nacida república checa. (1929)
Cartel de 1912 que nos impactó muchísimo porque parece enteramente una viñeta de comic.
Publicidad de 1896 para un "lanzaperfumes", que estaba expuesto en una vitrina y que nos llamó mucho la atención porque parecía enteramente de cristal, por lo que no conseguimos averiguar cómo era posible "lanzar" el perfume sin tener una parte blanda donde oprimir.
Y como curiosidad, añadiré que los amigos que me acompañaban querían hacerme una foto junto a algunos de los carteles, (pero no estaba permitido) sorprendidos de lo mucho que algunas de estas señoras de líneas generosas, con su barriguita, su papada y sus labios finos se parecían a mí, lo que corrobora que he nacido en la época equivocada y que en tiempos del señor Mucha sería toda una belleza capaz de inspirar a los artistas.
Salimos de la exposición muy admirados y con unas ganas tremendas de dibujar, de intentar probar algunos de sus trucos como han hecho y siguen haciendo muchos de sus admiradores, porque Mucha es muy, muy inspirador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario