martes, 11 de junio de 2013

CLÁSICOS POPULARES

Empecé a apasionarme por la música clásica cuando tenía once años.
Beethoven fue mi primera gran obsesión y mi primer gran amor platónico. Poco a poco fui descubriendo otros autores.
Mi padre, que siempre fue un gran melómano, contribuyó mucho a alimentar mi afición. Nunca olvidaré el día en que fuimos juntos a un concierto en que interpretaban la Novena Sinfonía. Es uno de esos recuerdos que nunca se borran y quedan ligados a una persona que significó mucho para mí, y que ya no está.
Si aún viviera, estoy segura de que acudiríamos juntos a muchos conciertos.
Sin embargo, la poca cultura musical que tengo se la debo, sobre todo, a un programa de Radio Nacional, que también mi padre me dio a conocer y que no podía perderme un sólo día desde que lo descubrí.
Se llamaba "Clásicos Populares".
Durante una hora, de lunes a viernes, ofrecía fragmentos de obras conocidas (a veces, no tanto) de compositores de todas las épocas y estilos, comentadas con mucho humor y simpatía, de forma didáctica, pero cercana y amena. Vivaldi era "El Cura Pelirrojillo", Bach, "El Viejo Peluca", Beethoven, "El Sordo Genial...". Los Grandes Músicos eran personas con virtudes y defectos, no seres perfectos y divinizados atormentados por la incomprensión de sus contemporáneos.
La música se bajaba de ese pedestal de pedantería y elitismo en que mucha gente la sitúa injustamente, para hacerla cercana, asequible, DE TODOS, como debe ser.
Yo seguía "Clasicos" fervientemente; no me lo podía perder por nada del mundo. Incluso en vacaciones, mi familia tenía que aceptar que me llevara mi walkman para aislarme durante una hora todos los días...
A veces había concursos en que tenías que adivinar qué pieza sonaba o de quién era. Una vez llamé y gané un transistor; otra, un lote de discos de vinilo que aún conservo.

El programa empezó a emitirse hace 32 años. Yo lo escuché desde los 12 hasta aproximadamente los 19, año en que empecé a trabajar y ya no podía compatibilizar la escucha con mis horarios de trabajo.
Con el tiempo y mi ritmo de vida, lo fui olvidando...
Hasta que hace unos años, trasteando con la radio del teléfono movil nuevo, lo reencontré  por casualidad. Me alegró inmensamente comprobar que aún seguía en antena y que su director y presentador, Fernando Argenta, hacía las bromas y comentarios de siempre. Fue como toparse por casualidad con una gran amigo al que sin saber como, perdiste la pista.
Lo empecé a escuchar a las tres, de camino al trabajo y sólo podía oir la primera mitad, ya que entro a las tres y media. Pero me bastaba  ese ratito del día para disfrutar, igual que años atrás.
Sin embargo, lo hallé de nuevo para poder decirle adiós. Fernando Argenta, hijo del célebre director de orquesta Ataúlfo Argenta, y que ha dedicado toda su vida a difundir la música acercándola a los niños y en general, a todo el mundo, fue víctima del expediente de regulación de empleo de Televisión Española y Radio Nacional. Lo despidieron.
El 31 de julio de 2008 se emitió el último programa,  muy emotivo. Por desgracia, también dejó de verse por televisión "El Conciertazo", que dirigía igualmente Argenta y que era uno de esos raros programas que educa y divierte.
Es muy triste, pero al menos, la labor de este gran profesional ha dado sus frutos y muchos aficionados podemos decir con orgullo que fuimos oyentes de "Clásicos Populares".

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