Ahora que por fin hace buen tiempo se ansían aún más las vacaciones.
El sol, el mar, unos días de relax...
Hace un par de veranos pasé unos días en Levante.
La casa que alquilé estaba cerca de Calpe, pero visité otras localidades cercanas.
Cada pueblo tiene un carácter totalmente distinto, sin perder ese encanto puramente mediterráneo.
Descarté Benidorm, sus enormes hoteles-rascacielos, el jaleo, las playas abarrotadas y el exceso de turistas no es lo que busco cuando pretendo descansar.
Pero sí estuve en Altea, que no es gran cosa en conjunto, pero tiene un casco antiguo realmente bonito, con callecitas blancas muy típicas y una iglesia preciosa. Se respira un cierto aire bohemio. Como está en un alto, ofrece muy buenas vistas.
Iglesia de Altea:
Cúpulas azules. El blanco y el azul son los colores del Mediterráneo.
Callecitas:
Me sorprendió mucho encontrar en los alrededores de Altea una iglesia ortodoxa. La ha patrocinado una constructora rusa. Por lo visto hay una importante comunidad de rusos en Alicante.
Es un templo pequeñito pero tan bonito que parece sacado de un cuento:
También estuve en Benissa, que es un pueblo enorme, pero no tan visitado. No es demasiado interesante: Sólo destacan algunos edificios históricos, un monasterio del siglo XVII y su bonita iglesia que sólo tiene un siglo pero parece antigua.
Cerca de la casa había muchas calas. No son muy buenas para bañarse, pues el suelo es muy rocoso, pero proporcionan un paisaje precioso.
Otro ambiente totalmente distinto lo ofrecía Moraira. Muy turístico pero dirigido a visitantes de mayor nivel adquisitivo. Fue uno de los lugares que más me gustó, con buenos paisajes y mucha tranquilidad.
La fortaleza.
Cerca del fuerte se erige esta curiosa escultura.
Mi hermana mirando el océano.
Atardecer.
Pero la zona que más frecuenté fue Calpe. Había también muchos turistas, pero sin llegar a los excesos de Benidorm. Los hoteles y los grandes edificios dejan paso también a un bonito paseo marítimo con tenderetes de artesanía y a la parte donde debía encontrarse el pueblo de los pescadores y donde hoy día hay una lonja y muchos restaurantes especializados en mariscos y pescado.
En uno de ellos cené una gran mariscada.
Puerto de Calpe
Castillos de arena:
Playa y cielo de Calpe. Algunas de las fotos las hice desde un barco que bordea la costa.
La mariscada poco antes de pasar a la Historia.
Aunque me dediqué a hacer turismo y a descansar, no quise perderme un espectáculo diferente. Se celebra en un
complejo temático en Alfaz del Pi, cerca de Benidorm.
En un gran castillo artificial hay una arena dividida en dos zonas de mesas/gradas donde se cena pollo, costillas y patatas (sin cubiertos, como en la Edad media) y te ofrecen una coronita de papel verde o roja, pues mientras cenas presencias justas y combates entre caballeros, tienes que apoyar a tu equipo. Muy vistoso. Buenos actores que además montan increíblemente bien y saben batirse.
Los condes presidiendo y los caballeros
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