Algo que siempre me ha sacado de quicio es la idealización de las figuras históricas.
Esa descripción de un gran personaje como alguien especial, casi divino, que sufrió enormemente, que a pesar de sus dones casi mágicos, fue incomprendido por sus contemporáneos que eran unos ignorantes y no sabían apreciar la suerte que tuvieron de convivir con un ser tan magnífico...
Algunos biógrafos tratan de justificar las conductas o episodios "políticamente incorrectos" de determinadas personalidades del pasado buscando motivos debajo de las piedras, echando la culpa a malas influencias o restando importancia a esas cuestiones.
Otros, simplemente, ignoran esa parte oscura del personaje y no la mencionan. Afortunadamente, esta forma de contar la Historia se está revisando y ya se nos van mostrando todos esos defectos, vicios o hechos reprochables, o simplemente, mal vistos por ciertos sectores que, al igual que sus virtudes, formaron la personalidad de aquellos individuos haciéndolos más cercanos, más reales, en definitiva, nos los presentan como seres humanos con grandezas, pero también con debilidades.
Sin embargo, todavia colea esa vieja "censura"...
Hoy os hablo de un personaje; un monarca, cuya más que probable homosexualidad ha sido omitida durante años por los historiadores, o incluso...negada.
Esa descripción de un gran personaje como alguien especial, casi divino, que sufrió enormemente, que a pesar de sus dones casi mágicos, fue incomprendido por sus contemporáneos que eran unos ignorantes y no sabían apreciar la suerte que tuvieron de convivir con un ser tan magnífico...
Algunos biógrafos tratan de justificar las conductas o episodios "políticamente incorrectos" de determinadas personalidades del pasado buscando motivos debajo de las piedras, echando la culpa a malas influencias o restando importancia a esas cuestiones.
Otros, simplemente, ignoran esa parte oscura del personaje y no la mencionan. Afortunadamente, esta forma de contar la Historia se está revisando y ya se nos van mostrando todos esos defectos, vicios o hechos reprochables, o simplemente, mal vistos por ciertos sectores que, al igual que sus virtudes, formaron la personalidad de aquellos individuos haciéndolos más cercanos, más reales, en definitiva, nos los presentan como seres humanos con grandezas, pero también con debilidades.
Sin embargo, todavia colea esa vieja "censura"...
Hoy os hablo de un personaje; un monarca, cuya más que probable homosexualidad ha sido omitida durante años por los historiadores, o incluso...negada.
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